miércoles, 15 de junio de 2011

ANTE EL CRISTO DEL CALVARIO DE SEVILLA





Señor, mirándote en la Cruz, sin túnica, ni bolsa para el camino, teniendo como única posesión los clavos que te unen al madero y mirando mi cartera llena de sueños que me hacen anhelar cada día el dinero que no tengo, me preguntas, si de verdad el dinero es la fuente de mi felicidad o si, por el contrario el no tener nada hace al hombre, y me hace verdaderamente feliz como tú me enseñas en las Bienaventuranza s.

Señor, a diario, en los medios de comuncación nos dan noticias de tragedias en todas las partes del mundo, personas que pierden, injustamente la vida, que sufren el drama de la Guerra, o una desgracia natural y nos hemos acostumbrado ante tanto dolor ajeno, ¿Cómo mirar tu dolor transfigurado en el dolor de cada hombre que sufre sobre la faz de la tierra, cuando yo no sufro, cuando a mi no me afecta su dolor? Y mirándote en el Calvario me das las respuesta con tu pregunta: ¿Acaso no estoy yerto en este madero por tu dolor, por tus males, por tus pecados? Y me recuerdas que sólo puedo ser feliz si asumo como propio el dolor ajeno, Cristo del Calvario.

Señor, si el dolor invade la tierra, la injusticia, eterna compañera del dolor, acompaña la vida de muchos hombres y mujeres en todo el mundo. Y quizá aburguesado en mi butaca contemplo la televisión y protesto por imágenes de niños hambrientos, de soldados heridos, de hombres tirados en la calle, sin dinero, ni casa. ¿No son ellos imagen viva tuya, Cristo del Calvario? Y no me preguntas mientras los miro: ¿Si me vieras así en la calle pasarías de mí como pasas de ellos? Por que ellos tienen, hoy, mi hambre y mi sed.

Señor creo que tengo derecho a todo. Que soy el ombligo del mundo. Que soy más importante que el hombre que me acompaña en mi camino. Pero tú me preguntas y me interrogas ¿no esta hecho ese de la misma materia que tú? Y entonces te miro y veo tu carne, igual que la mía, pero la tuya rota y la mia entera y me pregunto ¿De verdad, Cristo del Calvario soy tan importante como me creo?


Víctor Hernández Mayoral

15 de Junio de 2.011

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