domingo, 28 de febrero de 2010

JUNTO AL SEÑOR DE MONTESIÓN EN GETSEMANÍ



Señor, en la Noche de Getsemaní,
tu corazón busca consuelo
en el regazo oscuro de las estrellas,
mientras lloras, tu llanto se une
a todas las lágrimas de la historia,
a las lágrimas de cada hombre
que en mitad de la noche, su noche,
busca respuesta a la finitud de su cuerpo.

Abre mis ojos a los hombres
que como tú se encuentran enla
soledad del Huerto de Getesemaní,
para que a pesar, de la noche,
les llenemos de la comprensión
que nace de un corazón despierto
y no adromilado al calor de las olivas.

Mirándote en el silencio dolorido
de cada hombre postrado en tierra,
desnudo y humillado,
en la más absoluta pobreza,
postrado en la cama de su enfermedad,
me pregunto, como tú: ¿Por qué?
mientras intento, compartir en esta hora,
la Amargura del Cáliz de su Angustia.
Y viendo tanto desconsuelo,
tanto dolor en el corazón del hombre,
me atrevo, en esta tu Hora,
a pedirte, Compañero del Hombre,
que enjuagues tanta lágrima,
que acompañes tanta soledad,
que transformes tanto dolor
en Esperanza y Salvación

VÍCTOR HERNÁNDEZ MAYORAL
28 de febrero de 2.010
Segundo Domingo de Cuaresma

jueves, 25 de febrero de 2010

Soledad de San Lorenzo















lunes, 22 de febrero de 2010

ANTE EL SEÑOR DE LA SALUD. PRIMER LUNES DE CUARESMA.



Jesús de la Salud, tú conoces mi corazón,
por que tú cuidas de él
desde que nació, lo proteges y le hablas,
aunque muchas veces, rebelde, intente alejarse de ti.

Tú, Señor de la Salud, comprendes mi dolor,
lo haces tuyo, lo compartes, le das vida.
Cada lágrima mía, es una gota de tu sangre,
cada dolor un golpe de tu Flagelación,
cada burla, una espina de tu corona,
y cada clamor, tu voz que grita de nuevo:
"Tuyo soy, Padre, en tus manos estoy".

Hoy miro la Cruz donde yaces,
desde la perspectiva de una nueva Cuaresma,
de este Primer lunes de este tiempo de penitencia,
que me recuerda los últimos pasos de tu vida,
tu Camino hacía la Cruz, hacía la Resurrección.

Y te veo, Señor de la Salud,
como el amigo siempre pediente,
como el hermano o el padre,
que conoce la debilidad de mis fuerzas,
comprensivo,
pendiente de dar el calor de tu amor,
siempre dispuesto al perdón.

Y mirándote e la Cruz,
Palabra Suprema de Amor
y mirando mi corazón,
obra imperfecta del Padre,
sólo puedo pedir perdón,
perdón por mis ofensas,
perdón por alejarme de ti,
perdón por abandonar tu gracia,
perdón por no saber perdonar,
perdón por cada lágrima,
por cada palabra mal dicha,
por cada vacío que hago al amigo,
por despreocuparme de ti.

Y te pido que limpies mi heridas.
y sanes mi corazón del odio,
de la sobervia,
de la sinrazón que es vivir,
creyendose grande,
creyendose el mejor,
creyendose Tu.

Pedirte qie imprimas en él,
las llagas de tu Pasión
para que sea, en todo momento,
un Corazón como el Tuyo,
traspasado de amor.

VÍCTOR HERNÁNDEZ MAYORAL
22 de febrero de 2.010
Primer Lunes de Cuaresma
Vía Crucis del Consejo de Hermandades de Sevilla

sábado, 20 de febrero de 2010

ORACION AL SEÑOR DE SAN GONZALO POR LA LIBERTAD



Vengo ante ti, Señor del Soberano Poder, para pedirte que llenes mi corazón de la fuerza que me haga responder ante cualquier pregunta: "Yo soy" Y reconocer en ese yo soy mi filiación cristiana.
Vengo ante ti con la seguidad que me da tu palabra: "Yo soy". Para poner en tus manso mi ansia de eternidad, mi busqueda del Pastor que me conduzca mansamente hacía las praderas dispuestas por el Padre en su Reino. Pongo, Señor del Soberano Poder, toda mi esparanza como hombre y como discípulo tuyo.
Pero te veo con las manos atadas, acosado por las preguntas de un Caifas que ya te ha condenado a muerte y en la noche ha buscado testigos que sin ninguna prueba firmaran su sentencia. Y mirándote, Señor, pienso en todos los hombres que por la guerra, o por cualquier otra circunstancia están en prisión. Y mirandote, Señor, escucho tu palabra: "Dichosos los perseguidos" y por eso me atrevo a poner en tus manos sus vida, la vida de todos aquellos que viven en la cárcel, en cualquier carcel del mundo y por cualquier circunstancia, para que tu abras sus corazones a tu Reino. Los pongo en tus manos para que no sientan nuestro silencio, nuestro vacío hacía ellos, nuestra condena, sino que al sentirte a ti cercano, próximo, nos sientan también a nosotros próximos, cercanos y no se sientan tan sólos. Por que creo qe no hay peor condena que no sentir el cariño de alguien en la soledad de un celda. Y si esa soledad sienten, entonces su condena será mayor. Quédate Señor del Soberano Poder junto a ellos. Ilumina su paso en la prisión, y llena sobre todo su corazón de esperanza.
Te pido, Señor del Soberano Poder que los derechos de todos los hombres sean respetados, especialmente los de aquellos que en tu misma situación permanecen en la Carcel. Allí, ellos son un número, como tú en la noche del Viernes Santo no eres más que el Objeto de las Burlas y la distracción de Caifas. Haz Señor que en todas las prisiones del mundo se vea al hombre como imagen viva del Padre Dios, y no un número.
Muestranos a todos, Señor de San Gonzalo, tu rostro y llena el corazón de los prisioneros de arrepentimiento, de perdón, de salvación, para que su paso por la cárcel no sea una degradación de la persona, sino un cambio radical de su vida.
VÍCTOR HERNÁNDEZ MAYORAL
20 de febrero de 2.010

lunes, 15 de febrero de 2010

MAÑANA DEL DOMINGO DE RAMOS EN SEVILLA


Domingo de Ramos. Concluye el tiempo de las Vísperas y al ciudad estrena un hermoso día de primavera. El Giraldillo símbolo de la fe de Sevilla porta en sus manos una palma o una rama de Olivo, que un clérigo de la Catedral le subio esta madrugada. El Giraldillo dirige el agudo coro de bronce de las campanas de la Giralda que anuncian desde su atalaya que a las puertas del Salvador, llama con insistencia el Hijo de María bendita, subido en una humilde borriquilla. Mientras el coro de bronce de la Giralda proclama a los cuatro puntos de la ciudad un gozoso himno litúrgico:


Hosanna, hosanna,

bendito el que viene,

en nombre del Señor,

Hosanna, hosanna.


El Cabildo catedraliceo inaugura la Semana Mayor de Sevilla, con palmas salen del templo catedraliceo, ninguna imagen acompaña esta litúrgica procesión, sin duda la más importante de todas cuantas se celebran en estos días, pues es la única que se celebra en todo el orbe cristiano al mismo tiempo. Esta procesión es la primera estación de penitencia de la ciudad del Gualdaquivir.


En el Salvador hay una gran fila de gente que quiere ver en el templo los titulares de la Cofradía del Amor, y besar las divinas plantas del Nazareno de Montañes, del Nazareno de Pasión. Un grupo de niños juega en la rampa, sentado frente a ellos, un anciano sueña con otro Domingo de Ramos, cuando él jugaba en esa misma rampa, hace ya muchos años. ¿Hay memoria o recuerdo más hermoso que el de este anciano evoca esta mañana?


La Campana, Sierpes, La Plaza, la Avenida, la Plaza de la Virgen de los Reyes, son ahora un río de asfalto que espera la lluvia de cera de miles de nazarenos que inunde su curso de cera de multiples colores cuando concluya la Semana Santa.


En bolsillos de americanas descansa el Llamador, el Nazareno, o cualquier otro programa subrayado. En alguna ventana, una túnica colgada. Los días, ¡tanto tiempo esperados, tan largo tiempo anhelados comienzan a ser pasado, sin haberse iniciado todavía!


Hasta anoche itinerarios de papel, dentro de pocas horas, serán calles repletas de aromas, marchas, plegarias. En el corazón de muchos, que se convierte esta mañana de Domingo de Ramso en niño, una misma ilusión: ver la primera Cruz de Guía, ver pasar el primer nazareno que camina veloz hacía su templo, escuchar la primera marcha, o volver a estar en el mismo sitio donde hasta el año pasado compartido con un ser querido, que este año ya no estará. ¿Acaso hay memoria o recuerdo más hermoso que este de hacer presente al ausente.


VÍCTOR HERNÁNDEZ MAYORAL

15 de febrero de 2.010

sábado, 6 de febrero de 2010

ANTE EL SEÑOR DE LA SENTENCIA


A muerte te condenan,
con una sentencia injusta,
las voces de la jauría,
que sin pensar, ni oir,
a gritos, tu muerte reclaman.
No basta para mi salvación,
la amarga hora del huerto,
no basta para mi salvación,
el abandono de los amigos,
ni la soledad, ni los insultos,
ni los azotes, ni las espinas.
Para mi salvación, Señor,
sólo vale tu Sentencia,
y tu condena a Muerte.
Y sin mirar tu herido cuerpo,
sin mirar tu espalda rota
por el flagelo romano,
ni tu cara cubierta
por un velo de sangre,
sin oír la única Verdad
que ante el hombre se presenta,
a muerte te condenan.
¿Dónde estan en esta hora,
piensa cobardemente Pilatos,
las legiones celestes,
guardianes de tu Reino?
¿Dónde están en esta hora,
piensan Caifas y Antas,
ambiciosos y victiorosos,
los once y la multitud,
que entre palmas y olivos
acompaño, sin saberlo,
tu subida a esta hora,
a esta hora de muerte
y sentencia?
Y ninguno entiende,
que ese papel que lee
un esbirro romano,
es la voluntad del Padre,
que para salvarme de la muerte,
ha decidido tu Sacrificio.
VÍCTOR HERNÁNDEZ MAYORAL
6 de febrero de 2.010

martes, 2 de febrero de 2010

MARÍA SANTÍSIMA DE LA CANDELARIA. SEVILLA


Un mar de amargura,
irrumpe con fuerza en tu pecho,
y en el corazón, sangrante,
la espada profetizada por Simeón,
poco a poco va undiendo su filo,
va llenando tu rostro de dolor.
Desconsolada, afligida,
la espada en el alma clavada,
mira en el rostro del Hombre
surtidor de sangre y espinas,
el rostro del Niño, que aún
sobre sus brazos quería dormir
una noche del frío diciembre.
¿No era Dios aquel infante,
no es Dios este Hombre,
martirizado, torturado?
¡Triste intercambio en el Templo,
dos palomas por esta espada,
una candela por esta pena!
Y en la calle de Jerusalén,
miras a tu Hijo, exhausto,
casi rendido de fuerzas,
caminar con la Cruz
hacía el Monte Calvario.
Y piensas ¿cómo ayudarle,
como aliviar sus hombros,
como compartir su muerte,
cómo ser Madre en esta hora?
Y miras la frialdad del Templo
y el eco de una palabra
vuelve a sacudir tu mente,
a coronar de espinas tu frente,
a posar en tus hombros una Cruz:
"El filo de una espada,
romperá tu alma,
y te llenará de tristeza tu vida".
Y piensas de nuevo:
¡Triste intercambio en el Templo,
dos palomas por esta espada,
una candela por esta pena!
VÍCTOR HERNÁNDEZ MAYORAL
2 de febrero de 2.010
Día de Nuestra Señora de la Candelaria

lunes, 1 de febrero de 2010

SANTÍSIMO CRISTO DE LA HUMILDAD Y PACIENCIA DE SEVILLA



Sobre la piedra,
entregada tus fuerzas,
ofrecidos tus vestidos,
¿No haces vida
tu Palabra,
como tu eres el Rostro
del Padre del cielo?

Sobre la piedra,
en soledad orante,
sin palabras, ni llantos,
¿No has dado vida
las Palabras del Monte
no eres el Hombre triste,
hambriento y sediento,
de las Bienaventuranzas?

Sobre la piedra
buscando, sin encontrar,
los amigos, los hombres,
que compartieron tu Pan
¿No eres Señor,
la mano que limosna da,
sin esperar una palabra
que te de las gracias,
por todo el bien que has obrado'

Sobre la piedra,
coronada tu tez de espinas,
convierta tu espalda
en mapa, plano de crueldad,
tan herida, tan lastimada,
viendo tu pesar,
viendo tu soledad,
sólo una cosa me pregunto:
Si tú eres el Amor entregado,
y siendo Amor eres tan odiado
¿Sabré, yo, Señor, responder
a tanto amor por mi entregado?

VÍCTOR HERNÁNDEZ MAYORAL
1 de febrero de 2.009