miércoles, 28 de octubre de 2009

LA ENTRADA DE JESÚS EN JERUSALEN DE VALLADOLID

(Fotografías de la página oficial del Consejo de cofradías de Valladolid y del Catalogo de las Edades del Hombre. Exposción de Segovia, 2.003)
Antes el Siglo XVII, la época de los grandes maestros de la Escuela Castellana ya había procesiones. Antes del Barroco y sus grandes talleres la ciudades castellanas miraban estremecidas las imágenes que representaban la Pasión y Muerte del Señor. Las iglesias están pobladas de crucifijos, en torno a los cuales se hicieron las primeras procesiones de "disciplinantes" castellanas. Pero pronto la ciudad de Valladolid va a ver en sus calles las primeras representanciones de los momentos de la Pasión del Señor. Pasos que fueron ejecutados por encargos de las Cofradías de Penitencia que comienzan a adquirir un gran peso dentro de la iglesia y de la sociedad vallisoletana. Las imágenes no eran tallas completas de madera, eran imágenes realizadas con materias primas pobres que con las inclemencias del tiempo sufrían daños irreparables, incluso algunos de ellos, cuentan las crónicas de la época que desaparecieron a causa del agua caída durante su procesión o estación penitencial. Son conocidos como Pasos de Papelon. El siglo XVII con la llegada de los grandes escúltores a Valladolid y la preocupación de las cofradías por dar mayor esplendor a los misterios que representan la Pasión y Muerte del Señor, estos primitivos pasos van a quedar olvidados y deshechados en los almacenes de las Cofradías, llegando a desaparecer todos.


A principios del siglo XVI llega a la ciudad de Valladolid TomasPinheiro de Veiga, escritor portugues con motivo del nacimiento del Príncipe don Felipe. Este escritor portugues nos ha legado un importante testimonio sobre la Semana Santa vallisoletana y aquellas primitivas imágenes. El autor portugues estuvo en 1605 durante la semana santa de aquel año y afirma: "las figuras son de paño de lino y cartón, son muy lígeras; más puedo afirmar qeu no vi figurasmás perfectas".


Afortunadamente para nosotros no todos aquellos misterios se perdieron. Uno de aquellos pasos ha llegado hasta nuestros días y podemos hacernos una idea de como eran aquellas primitivas representaciones de la Pasión del Señor. Se puede ver en la Iglesia de la Vera Cruz y en la mañana del Domingo de Ramos acompañado por representaciones de las secciones infantiles de todas las cofradías penitenciales de la ciudad y la Cofradía de la Vera Cruz, que es su propietaria.


Sin duda el Misterio de la Entrada de Jesús en Jerusalén es la representación procesional más antigua de este momento de la Pasión del Señor. Representa el momento de la Entrada del Señor sobre una borriquita, de ahí el nombre con el que es conocido popularmente, siguiendo el relato del Evangelista Mateo. El misterio está compuesto por ocho personas: El Señor sobre la borriquita, y un pollino más pequeño a su lado, rodeado por apóstoles, en total seis, dos delante que tienden al paso del Señor sus mantos, y Santiago, Pedro y Juan tras el Señor.


El misterio fue ejecutado en el siglo XVI por encargo de la Vera Cruz, en la actualidad y sobre todo desde el año 2.oo3, cuando se celebraron la Exposición la Edades del Hombre en la Catedral de esta ciudad bajo el titulo: El Árbol de la Vida, se atribuye a Francisco Giralte la autoría de este misterio. Francisco Giralte es un alumno de Alonso de Berruguete, escultor renacentista castellano.


Siguiendo la técnica del "papelón", estás imágenes tienen talladas con gran detalle las manos y el rostro, mientras el resto de la figura es un armazon sobre el que se han colocado telas encoladas, siendo policromadas con óleos. Sin duda llama la atención un anacronismo bien visible: los dos apóstoles del misterio van vestidos con ropas propias del siglo XVI: botas, calzas y jubón, mientras el resto de personajes van vestidos tal y como vestirían en la Galilea de los tiempos del Señor. Problablemente este anacronismo haya sido ejecutado el autor para acercar la escena a la Valladolid del XVI. Las pinturas de las figuras secundarias del paso, es decir de los ropajes del apostolado fueron realizadas en el siglo XVIII, reparando los daños que provoco al grupo algún aguacero o el paso del tiempo. Es difícil seguir la historia de este paso, ya que los archivos de la Cofradía de la Vera Cruz desaparecieron en un desgraciado incendio.
El Señor, tal y como se puede apreciar en la fotografía que encabeza este artículo durante el desfile procesional de la mañana del Domingo de Ramos va cubierto por una rica túnica roja, con bordados en oro. Los dos apóstoles que aparecen en primer termino sujetan un manto de tela, mientras los tres apóstoles que aparecen detrás del Señor portan en su mano una palma natural.

VÍCTOR HERNÁNDEZ MAYORAL
25 de octubre de 2.009

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