lunes, 15 de marzo de 2010

AUSENCIA



Me aleje de casa,
la maleta de mi corazón
de mil cosas cargada,
y anduve mil caminos,
intentando olvidar,
que tu hogar permanecía
siempre, para mí, abierto.


Mi lejanía te dolía,
hería tu frente,
pensar n mi distancía,
a pesar que tu hogar
para mí, abierto, permanecía.


Erré en mi camino,
ensucíe mis manos
y mis pies cubrí
de la tierra de las sendas
por las que anduve,
alejándome de Tí.


Afligía tu alma
mi ausencia, mi silencio
de tal forma penabas
que hasta tu corazón
lloraba sangre.

En mi camino,
no había lugar
para tu Presencia
y tus manos y pies
se llagaron buscándome.

Caí en mi senda,
y el pesar mío,
me volvío al Hogar,
y te vi en tu atalaya,
cosido a duro lecho,
maltratado, envejecido,
esperando un abrazo,
y te pregunte: ¿por qué?
Y sin verme, me miraste,
con ojos ya sin vida,
e inclinado la cabeza
me contestaste.


VÍCTOR HERNÁNEZ MAYORAL
15 de marzo de 2.010

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